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EMDR y Brainspotting

La terapia EMDR está avalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las Guías Clínicas Internacionales como una de las mejores intervenciones para el tratamiento del trauma. Sus siglas vienen directamente del inglés (Eye Movement Desensitization and Reprocessing), y traducidas al español significan “desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares”. Esta terapia considera que el recuerdo del trauma no procesado es una información que se ha almacenado en el cerebro de forma disfuncional. Las vivencias traumáticas quedan grabadas en nuestra memoria tal y como las vivimos en el momento en el que sucedieron, asociadas a menudo con una serie de pensamientos, emociones y sensaciones fisiológicas concretas.

Pongamos un ejemplo. Imagina que cuando estabas en el colegio fuiste acosado por alguno de tus compañeros. Esta situación supuso un trauma para ti y quedó grabada a fuego en tu memoria, acompañada de emociones y sensaciones desagradables como miedo, impotencia, rabia, nerviosismo, ganas de llorar… Todo ello acompañado de pensamientos como: “Soy un inútil”, “La gente se aprovecha de mí” o “No soy lo suficientemente fuerte para defenderme”. Cuando este recuerdo emocional tan desagradable no se ha procesado de manera correcta, puede sucedernos que determinadas vivencias cotidianas sirvan de detonador y nos despierten esas mismas emociones que cuando éramos pequeños. Puede ser un jefe déspota, una pelea con nuestra pareja, un olor o incluso simplemente presenciar una situación de acoso en una película. Todas estas situaciones pueden desencadenar en ti la misma sensación de indefensión que sentiste al ser acosado en el colegio. Hay ocasiones en las que algunos traumas quedan tan ocultos que vamos avanzando por la vida sintiendo un gran malestar emocional sin saber identificar por qué.

La terapia EMDR trata de identificar los traumas de nuestro pasado y los estímulos que desencadenan esas sensaciones negativas para tratar de reprocesarlo. No se trata de borrar los recuerdos traumáticos, sino de integrarlos en nuestra memoria de una manera más adaptativa. Esta terapia es especialmente efectiva puesto que utiliza la estimulación bilateral (visual, táctil o auditiva) simulando la activación de los dos hemisferios cerebrales para acceder a la memoria y poder reintegrar de una forma más sana el trauma que te sucedió.

¿Qué es eso del Brainspotting?

El Brainspotting, derivado del EMDR, hace uso través de posiciones concretas de los ojos para conectar con zonas profundas de la zona límbica del cerebro, donde se hallan las emociones y nuestros recuerdos. Crecemos enfrentándonos a distintas situaciones complejas o incluso traumáticas. Mediante las capacidades y aprendizajes de cada persona, superamos situaciones complejas y traumáticas, creando una red neuronal de situaciones conflictivas superadas que se entrelazan entre ellas. Sin embargo, cuando esta situación conflictiva no se integra correctamente, el evento traumático queda “aislado” de la red neuronal, es como si esta memoria se quedase “encapsulada” en la zona del cerebro emocional. Aplicando Brainspotting, realizamos una evaluación para conocer la ubicación del punto cerebral que activa los recuerdos y el organismo. Posteriormente, comenzamos a trabajar sobre la situación dolorosa o traumática para reprocesar de una manera más correcta y adaptativa lo sucedido en el pasado; de modo que, mediante la información visual y somatosensorial, el cerebro termina integrando aquella información traumática en su red neuronal. Esta técnica no sólo se utiliza para el reprocesamiento del trauma, sino que también se utiliza para identificar y desarrollar nuestras fortalezas, siendo utilizada en ocasiones para entrenar a deportistas de élite.

Ambas herramientas, EMDR y Brainspotting son empleadas en un amplio rango de problemas clínicos, siendo cada vez más los estudios que avalan su eficacia terapéutica.