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¿Qué es la depresión?

Consejos para sobrellevar esta temida enfermedad mental.
25 de octubre de 2024 por
Antonio Cabezas Gil

Aunque Hipócrates, padre de la Medicina, ya hizo referencia a ella, en cuántas películas, novelas, poesías o cuadros no ha aparecido el tema de la tristeza causada,  sobre todo, por el desamor o por la muerte del amado. En la época del Romanticismo, incluso, tomaron como bandera la melancolía, que es como se le llamaba a la actual depresión.

 

CONCEPTO 

La depresión es un trastorno del estado del ánimo, que puede tener diferentes intensidades y tipos. Si bien todo el mundo puede pasar por una época de tristeza, no significa esto que tenga depresión. Para que podamos considerar esta patología deben darse una serie de síntomas durante al menos dos semanas y debe también interferir significativamente en nuestra vida social, laboral y personal.

 

CAUSAS - TIPOS

 Podríamos decir que hay tres causas principales que pueden provocar depresión:  causa genética; causa biológica (por desórdenes bioquímicos cerebrales);  y causas psicosociales (como por ejemplo, ser excesivamente perfeccionista, tener una personalidad obsesiva, situaciones o hechos estresantes en la vida, enfermedad o muerte de un familiar, una separación,  pérdida de trabajo…)


SÍNTOMAS

Los síntomas se clasifican en dos tipos: psicológicos y físicos.

Entre los síntomas psicológicos predomina uno por encima de todos,  la profunda tristeza; pero también se dan otros,  como irritabilidad,  desesperanza,  una imagen negativa de sí mismo, sentimiento de culpabilidad o inutilidad,  y en los casos más severos,  pensamientos de muerte y de suicidio.

En cuanto a los síntomas físicos, destaca el llanto frecuente, agotamiento injustificado, insomnio,  pérdida por el interés de actividades habituales o de aficiones, cambios en el apetito, y en los casos extremos,  tentativas de suicidio   o   consumación del suicidio.

 

TRATAMIENTO

Respecto a otras patologías psicógenas, la depresión sí tiene cura. No obstante, como siempre, es importante detectar la causa o causas que la han provocado y que la mantienen.  A partir de aquí puede ser tratada con psicofármacos y con psicoterapia.

En muchas ocasiones, salir de un estado depresivo requerirá la ayuda de especialistas. De todas formas, os vamos a dar algunas orientaciones que pueden servir para prevenir caer en este trastorno del ánimo, aunque también os pueden servir de ayuda en casos de depresión de intensidad leve.

Vamos a dividir en dos bloques estas orientaciones.

Un bloque de estrategias será el de evitar;   y el otro bloque será el de potenciar.


Comenzamos con el bloque de EVITAR:

  • Evitar la inactividad, el aislamiento o los pensamientos obsesivos.
  • Evitar la excesiva responsabilidad,  las autoexigencias o el perfeccionismo.
  • Evitar metas poco realistas y difíciles de alcanzar. Si consideras que una meta es compleja, divídala en submetas más simples.
  • Evitar el consumo de alcohol, que por otra parte, puede agravar el proceso depresivo.
  • Evitar pensamientos del tipo: “Yo no sirvo…, no hay salida…, nunca superaré esto…”
  • Evitar tomar decisiones importantes como cambiar de trabajo o divorciarse, por ejemplo;  procura mejorar de ánimo o buscar ayuda en un profesional que te oriente antes de tomar una decisión de ese tipo.
  • Evitar asumir excesivas responsabilidades que puedan sobrepasarte.
  • Evitar hacer una distorsión de la realidad, por lo que es conveniente que seas lo más objetivo posible al realizar un análisis de tus problemas, de tus relaciones con los demás y de tu vida en general.
  • Si estás pasando por una situación de tristeza no es conveniente tomar la decisión de dejar de fumar justo en ese momento, pues esto te puede acarrear mayor ansiedad e intensificar la sintomatología depresiva. Espera a que hayas salido de esa etapa para abandonar el tabaco.

Y para terminar este bloque de Evitar, te recomendamos que te abstengas de juzgarte por la situación por la que pasas, ya que a veces somos nosotros mismos los fiscales y jueces más severos que tenemos.

 

  

 

Pasamos a continuación a desarrollar las estrategias que debes POTENCIAR:

  • Realiza actividades que no sean complicadas, que te resulten agradables, y si es posible, que te procuren reconocimiento ante los demás.
  • Haz un esfuerzo por continuar con tus aficiones, con tus actividades placenteras,  no las pospongas esperando a encontrarte mejor de ánimo,  esto es un error frecuente y peligroso.
  • Debes organizar bien tu tiempo para estar ocupado con tareas variadas. Plantéate objetivos en tu vida que te ilusionen, pero procura que sean fácilmente alcanzables a corto tiempo y que el esfuerzo y tiempo por conseguirlo te compense.
  • Si esto te cuesta trabajo, emplea una lista para escribir y priorizar tus metas, y usa una agenda para comenzar a organizarte.
  • Fomenta un pensamiento positivo y esperanzador; debes poco a poco reemplazar los pensamientos negativos por otros más positivos y alternativos. 
  • Deja de darle vueltas a los asuntos que te preocupan y dedica sólo un tiempo al día a pensar en ellos;  no luches contra corriente porque esto sólo te agotará física y emocionalmente.  Deja fluir tu mente y tu vida. Como dice un proverbio oriental, "Si un problema tiene solución, no hace falta preocuparse. Y si no tiene solución, preocuparse no sirve de nada."
  • No te olvides de tus familiares y de las amistades.  La amistad es un buen enemigo de la depresión.  Apóyate en algún confidente o en familiares de tu confianza,  comuníqueles abiertamente sus inquietudes, sus problemas o estados de ánimo,  seguro que le reportará ayuda y ánimo,  y no se resista a esta ayuda. Pero cuidado, no les machaques constantemente con preocupaciones, porque esto podría agotar la paciencia de los demás. 
  • Hay personas que encuentran gran ayuda participando en grupos, ya sean deportivos, religiosos o de otra índole. Plantéate esta posibilidad.
  • Horarios regulares de alimentación y de sueño son importantes para nuestro equilibrio fisiológico. Destacamos sobre todo dormir bien por las implicaciones negativas que tiene la falta de sueño prolongada en el tiempo, pues provoca irritabilidad, enturbia nuestras relaciones, no se rinde como se debiera laboralmente, nos conduce a la apatía o se analiza cualquier situación de manera negativa.
  • El ejercicio físico es fundamental; en otros espacios he hablado de cómo actúan determinadas hormonas de cara a nuestra felicidad.
  • Dedica un tiempo al día para relajarse. Las técnicas de respiración, relajación o meditación pueden sernos de enorme utilidad.

Y, por último, ten en cuenta que en numerosas ocasiones, el propio ser humano se autolimita,  se autoimpone restricciones e infelicidad. Analízate. Examina tus comportamientos en el día a día por si tuvieras que cambiar y modificar comportamientos y actitudes.


 CONCLUSIÓN

La depresión es una enfermedad que nos limita y nos hunda, pero hay luz al final del túnel, podemos plantarle cara. No lo dejes para mañana,  tal vez hoy pueda ser un buen día para comenzar a cambiar, a mejorar, a intentar ser feliz. Y recuerda, si la situación te sobrepasa, contacta con un profesional de la psicología, BUSCA AYUDA. Estamos aquí para ayudarte.